Humo azul

Te encontré tras la cortina de humo azul.

Tus perlas se escondían, temerosas, detrás tus pelos castaños

Y tus ojos miraban a un costado,

Perdidos, ahogados por las exigencias del reloj.

Un café, negro y humeante

Bailaba entre sombras

Disputándose el protagonismo

Con la vieja banda grisácea

Que no paraba de tocar;

De gemir de dolor por la indiferencia

Tuya, mía y de otros canallas de traje.

El terciopelo de tus labios

Esperaba el beso del adolescente impulsivo,

Pero tantas puñaladas me habían dado tus reproches

Que preferí esculpir sobre papel

Un rezo de tristeza y arrepentimiento

Antes que volver a entregarte mis sueños

Y perder mi dignidad.

-sólo vengo a decir basta y despedirme como un hombre.

-no hay adiós cuando por tus venas corre

El veneno del amor-dijiste con confianza.

Después de esa frase la llave de esta cárcel se desvaneció.

-te odio (y te amo), porque tenés razón.

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